Puedes correr muy lejos y borrar tus huellas. Pero, ¿Has escapado realmente? ¿Puedes llegar a escapar algún día? O quizá es verdad que no posees ni la voluntad ni la astucia para escapar al destino. Pero el mundo no es pequeño. Tú lo eres. Y el destino te persigue, donde quiera que te encuentres...
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